¿Sabía que en países como Japón, Israel, Inglaterra, Finlandia, Corea y Canadá están desarrollando nuevos modelos de educación tecnológica a través de la robótica? ¿Y que en Alemania empresas como Bosch y Siemens apoyan campañas para promover el interés por la tecnología en Europa, África, incluso en Colombia, otorgando kits básicos tecnológicos para escolares de los primeros niveles? En efecto, en el mundo, la robótica escolar ya está presente no sólo en las aulas, sino que también recibe un decidido apoyo de las empresas privadas.
Actualmente, en toda la sociedad se investiga metodologías, se desarrollan recursos, se crean materiales, recursos multimedia y didácticos para promover una educación tecnológica a través de la robótica escolar, que permitan, a su vez, comprender el mundo tecnológico que nos rodea. Los robots han llegado para quedarse y la educación no es ajena a esta revolución, inclusive es considerado por Japón, el recurso más prometedor.
En las aulas
Su aplicación en el mundo escolar es cada vez más constante y permanente. Por ejemplo, en Italia en el 2005, se creó la Red Escolar para el Desarrollo de la Educación Robótica Robot@School, proyecto que es promovido por el Ministerio de Educación de Italia y que es coordinado por la Asociación de Escuelas de Robótica, que reúne a 35 colegios desde primaria hasta secundaria.
Si bien en nuestro país todavía no se dictan cursos de robótica, en la mayoría de centros educativos, cada vez son más los talleres dedicados a su difusión. Los llamados a dictar estos talleres son los docentes de tecnología con formación electrónica, conocimientos de programación, diseño mecánico y física experimental. Es cierto que no es sencillo encontrar profesores con semejante perfil; por ello, en Japón, los estudiantes de las maestrías de robótica visitan y enseñan cómo se ensamblan los kits de materiales, mientras que los alumnos de doctorados explican cómo debe funcionar un robot.
De esta manera se garantiza la articulación entre las áreas de Matemática, Física, Ciencias y Computación en los proyectos de robótica. Por el momento, los talleres de robótica no podrían ser impartidos por técnicos, docentes o ingenieros; sino por un equipo de ingenieros y docentes o por una empresa especializada que diseñe y desarrolle los kits de robótica escolar, que posea la experiencia y el know how en la enseñanza de robótica escolar y el desarrollo tecnológico. Solo así tendrá capacidad para contextualizar, hacer proyectos pertinentes a la realidad tecnología y el contexto del mundo tecnológico industrial.

En estas fotos vemos a estudiantes soldando y ensamblando motores con caja de deducción -de color amarillo- a una estructura de robot móvil con ruedas, además, realizan pruebas de polaridad con un control remoto.
Por donde empezar
En nuestro contexto se debe empezar con un taller libre, como los hay de danza y ajedrez, de unas tres o cuatro horas semanales de manera bimestral. Se plantea tres niveles: básico, intermedio y avanzado. De esta manera se colocarán las bases para desarrollar proyectos más ambiciosos, como el fundar un club de robótica.
En la primera etapa se puede empezar con proyectos de construcción de mecanismos y sistemas que van conformando las bases para introducir y desarrollar proyectos más complejos a nivel mecánico. En esta etapa, por ejemplo, se debe descubrir y comprender cómo es el motor eléctrico. En una segunda etapa se pueden realizar proyectos con electro-mecanismos, introducir y desarrollar proyectos con base electrónica. Finalmente, en una tercera etapa, se debe desarrollar proyectos de robótica orientados a la programación, utilizando software libre.


Alumnos de secundaria desarrollando un robot futbolista. Pruebas de robot seguidor de luz, seguidor de línea y a control remoto.
En el nivel intermedio
En este nivel se introduce, al diseño, el uso de máquinas simples como poleas, engranajes, ejes, ruedas y se construyen sistemas de transmisión, como la caja de reducción (con la cual se logra reducir la velocidad del motor, pero se incrementa su potencia o torque). Para calcular la ventaja mecánica se utiliza inecuaciones o la reglas de tres.
También se puede introducir el uso de equipos como el multímetro para la medición de variables como voltaje y amperaje, así como iniciar el empleo de técnicas de soldadura, electricidad y electrónica.
En secundaria, en el nivel avanzado, se pueden desarrollar proyectos con base electrónica, mecánica, programación del robot, uso de sensores y control por computadora.